Se llama "Vampyroteuthis infernalis", por lo que deberíamos llamarle "Calamar vampiro del infierno". Es una de las criaturas que viven en las profundidades abisales de los océanos alrededor del mundo. Se le llama así porque tiene a lo largo de sus tentáculos filamentos que retrae cual colmillos de Drácula. Fue descubierto en 1903 por el alemán Carl Chun, experto en cefalópodos y plankton, quién al verlo lo confundió inicialmente con un tipo de pulpo. El océano está en plena oscuridad a esta profundidad (1Km= 100 atm = 1,470 psi) y la única luz que se aprecia es generada por animales bioluminiscentes. No se encuentran algas que puedan sobrevivir dado que no pueden realizar la fotosíntesis y las criaturas subsisten comiendo los detritos que se van filtrando de las capas superiores del océano. A estos restos se les conoce como "la nieve marina", que está formada por restos de peces muertos o moribundos, así como plankton y otros restos/sustancias. Para que os hagáis una idea, a 36,201 pies de profundidad hay una presión de 8,07 TONELADAS por pulgada cuadrada.
lunes, 29 de abril de 2013
CALAMAR VAMPIRO
Se llama "Vampyroteuthis infernalis", por lo que deberíamos llamarle "Calamar vampiro del infierno". Es una de las criaturas que viven en las profundidades abisales de los océanos alrededor del mundo. Se le llama así porque tiene a lo largo de sus tentáculos filamentos que retrae cual colmillos de Drácula. Fue descubierto en 1903 por el alemán Carl Chun, experto en cefalópodos y plankton, quién al verlo lo confundió inicialmente con un tipo de pulpo. El océano está en plena oscuridad a esta profundidad (1Km= 100 atm = 1,470 psi) y la única luz que se aprecia es generada por animales bioluminiscentes. No se encuentran algas que puedan sobrevivir dado que no pueden realizar la fotosíntesis y las criaturas subsisten comiendo los detritos que se van filtrando de las capas superiores del océano. A estos restos se les conoce como "la nieve marina", que está formada por restos de peces muertos o moribundos, así como plankton y otros restos/sustancias. Para que os hagáis una idea, a 36,201 pies de profundidad hay una presión de 8,07 TONELADAS por pulgada cuadrada.
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